sábado, 27 de agosto de 2011

Mi Harry Potter y las reliquias de la muerte, parte 2


Sé que ya pasó mucho tiempo, un mes y unas semanas, desde que esta cinta llegó a los cines. Yo tuve la gran oportunidad de ir al pre estreno, el día 13 de Julio. Recuerdo que estaba ansiosa y, de hecho, había olvidado decirle feliz cumpleaños a una de mis mejores amigas. Fue una suerte que entré a Facebook (querido Facebook) a presumir que ya me iría a ver la película, ya que ahí aparecía en recordatorios del día o algo así (prefiero Twitter). En fin, me estoy desviando del tema central. Sí, estaba completamente ansiosa, esperando que pasaran las horas y fueran, finalmente, las nueve y treinta de la noche. Uff, tardó mucho, parecía que no avanzaba el reloj.

Sé que no fui la única que tuvo esa ansiedad, sé que muchos, sin importar la fecha en que la vieron, sintieron una necesidad de verla y, también, una clase de recelo al ser ésta la última película que veremos del niño de la cicatriz. Después de años de fanatismo, de leer libros, de leer películas, de juntar imágenes y cuantas cosas más, el final de la saga se acercaba. Fue extraño para mí, después de pasar todo el año esperando ese momento, una vez en el cine, en la cola, no quería que comenzara por el hecho de que si iniciaba la proyección de la película, iba a terminar en cualquier momento y hasta ahí sería la historia del mago.

También sé que algunos se lo tomaron más calmadamente, porque ya habíamos experimentado con algo así. ¿Recuerdan la vez que esperamos por el séptimo libro? ¿Recuerdan cuando comenzaron a leerlo? ¿Y cuando quedaba la última página? Sin embargo, fue distinto. Cuando leímos ese libro, sabíamos que luego faltaban películas. Creo que se había estrenado hasta la quinta, así que tendríamos otras cosas que esperar. En fin, la cosa es que el día y la hora llegaron. Y ahí estábamos quienes logramos adquirir entradas para el pre estreno, con mucho frío, pues ese día llovía fuertemente aquí en Osorno.

Mientras la veía, pensaba que la película estaba genial. Se me retorcía el estómago con cada cosa que sucedía. Lloré como nena de cinco años al ver a Fred muerto, a Remus y Tonks en el suelo. Dios, ver a Remus así, me dolió más que cuando leer el libro. Claro que también me emocionó ver a Snape entregándole los recuerdos a Harry, sabiendo desde antes que era bueno (en el libro, había celebrado su muerte, aunque igual admito que había quedado como impresionada). La escena donde sale llorando con Lily entre sus brazos, ¡qué triste escena! El amor de su vida ahí, inerte. Joder. Y así como hubo llanto, hubo risas, muchas risas, pero...

Fuera del cine, rememorando lo que había visto, lo que había leído y todo lo que sabía, no pude no quejarme de la película. Faltó mucho, a mí parecer, para el final "épico" que prometían. Yo esperaba mucho más, podrían haber aprovechado mucho más. Si fueron capaz de cambiar algo, agregar algo que nunca estuvo en el libro, ¿por qué no incluir algo que estuvo en el libro y fue importante? ¿Qué cosa?, dirá ustedes. Yo digo, varias cosas. Muchas cosas que tenían importancia fueron excluidas de esta cinta. Y cosas innecesarias fueron incluidas. ¿Por qué fueron así? Una respuesta coherente que me dieron "porque vende".



La primera queja va hacia el comienzo de la película. En el libro, cuando están en la cabaña de Bill, Remus llega cierto día en la noche y dice "¡Mi hijo nació!". No fue con esas palabras exactas, pero fue algo así. ¿Por qué excluir esa escena? No iba a tomar más de tres minutos en la cinta total. Me dio rabia que lo mencionaran hasta cuando ya habían muerto, hasta que Harry tomó la piedra de la resurrección y apareció Remus. Fue ahí recién cuando le dice "No quería que murieras, Remus... tu hijo...". Muchos en el cine, sin duda gente que no había leído el libro, preguntaron a susurros "¿qué hijo?". No den por sentado que todos leímos el libro.

El resto de la película va bien, a mí parecer, hasta cuando se llega a Hogwarts y comienza la guerra. Sabíamos el terror que los alumnos sentían, podrían haber agregado más duelos de los jóvenes que se enfrentaban a los Mortífagos. Hubiera sido genial ver la cara de pánico de los alumnos que nunca habían tomado una varita para un duelo real, un duelo a muerte. Quizás ver cómo algunos morían o cómo otros ganaban a Mortífagos. Mostrar la parte desgarradora de aquella guerra. Me hubiera gustado ver más acción, no sólo de Harry y sus amigos, sino de gente que nunca habíamos visto, pero que peleaba con igual ímpetu.

Quedándonos en la misma guerra, agregaron que Neville amaba a Luna. Sí, fue cómico, pero no necesario. Sí era necesario mostrar la muerte de Fred y mostrar el dolor de la familia, mostrarlo a él. Aún recuerdo a una señora sentada a mi lado, la cual me preguntó "¿quién está ahí?". Mostraron sólo la cabeza de Fred en el suelo, a los Weasley llorando por él, pero, al ser un personaje tan importante como lo fue él, ¿por qué no agregar cómo murió? Cuando lo mataron, cuando Percy lloró sobre su hermano... ¿En serio cuesta tanto eso? Tampoco iban a ser más de tres minutos.



Siguiendo con las muerte, como manifesté en un principio, ver a Remus y Tonks en el suelo fue doloroso. Quizás sí, en el libro no mencionaron cómo murió, pero podrían haber aprovechado esas dos muertes. Podrían haber hecho llorar mucho más al público, yo misma hubiera salido hipando del cine. Haber hecho una escena donde Remus ve a Tonks en el suelo, sin vida. Siempre vimos al licántropo un poco indiferente, pero la amaba mucho, y ver a ese hombre destrozado, quizás pensando en si había desaprovechado su tiempo con esa mujer, vaya que hubiera sido... escalofriante.

Tal vez digan, "qué quejica", pero son mis opiniones. A pesar de todo, creo que es la mejor película de Harry Potter que he visto; aunque creo que pienso eso al ser Harry Potter y las reliquias de la muerte, el mejor libro de la saga. Por ahora, nuestro consuelo como fans de Harry Potter, estará en todas las películas, en los libros, en foros y páginas... y ahora, en Pottermore.

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