sábado, 8 de diciembre de 2012

¡Para que seas alguien en la vida!



«El tiempo de ser niños quedó en el pasado, jóvenes. Deben estudiar arduamente, ésa es su labor en la actualidad, para después trabajar y ser alguien en la vida».  ¿Cuántas veces han escuchado cosas de este tipo? No me refiero a que nos lo digan a nosotros directamente, sino la frecuencia con la que la sociedad ocupa estas frases para obligarnos a hacer algo que quizás, en cierto instante, no queremos hacer. Desde estudiar hasta levantarnos temprano, ¡hay muchas excusas para que te digan eso!

Dirán "¿y a ésta que le dio para hablar de esto"? Les cuento: estaba yo sentada en clases y un profesor comenzó con la cátedra de lo bueno que era estudiar, ser profesionales y exitosos, el ser alguien en la vida. Fue ahí cuando dejé de escucharlo y me ensimismé en mis pensamientos. Es  que durante toda mi vida he creído que soy alguien, pues incluso era alguien que estaba escuchando que era nadie  hasta que sea adulta y trabaje, entonces me confundí. ¿A qué se refería con ser alguien?

Si eres un reconocido millonario, que gana treinta veces más que otras personas, que tiene una esposa con figura de súper modelo (o que derechamente sea una modelo) y tienes dos hijos (un niño y una niña), además de un flamante perro de raza (o "un can")... Esperen, faltaba el Ferrari, ¿cómo se me pudo olvidar ese detalle? Bueno, continuemos. Si tienes todo eso, junto al Ferrari y una lujosa mansión blanca, con grandes jardines delanteros y traseros, varios sirvientes, un ama de llaves y un mayordomo, entonces, ¡felicitaciones! ¡Ya eres alguien!


No me vengan con esa porquería.

La sociedad tiende a exaltar a estos personajes multimillonarios, pero por dentro los envidian y si pudieran pedir un deseo sería que algo sucediera para que esos exitosos millonarios quedaran en situación de calle, o bien por debajo de ellos en la escala de "estatus social". Las personas se quejan de los prejuicios y, a la vez, critica a quienes se dedican a otras cosas que no sea trabajar en cosas que generen mucho dinero, a los que viven en situaciones precarias e incluso son capaces de decir "es pobre porque quiere", ¿o acaso nunca han escuchado eso?

La sociedad te reconoce como alguien cuando te pueden catalogar de alguna forma, pero a la vez exigen el que sea una profesión "normal". No eres alguien si eres un artista, créeme, aunque variará de tu fama, porque si escribes o pintas y nadie te conoce por eso, entonces eres nadie, pero si has ganado fama y riqueza, serás el escritor o pintor que se hizo millonario por hacer arte; aunque son excepciones. La ley es que seas profesional y tengas un buen estatus económico.


Pero, ¿ustedes se imaginan ir por la calle y que cada persona llevara un papel en la frente que recitara algo de él? Ser alguien es mucho más que ser un millonario, mucho más que ser un profesor en un buen colegio o alguna de las personas catalogadas como "profesionales". Yo soy alguien que escribe, que escucha música y toma café, que tiene un nombre, un sexo, un color de cabello y de ojos. Soy una persona que estudia, que tiene sueños y un corazón que bombea sangre tal cual lo hace el del millonario que también es alguien. 


No te preocupes si eres nadie según los requerimientos de la sociedad, porque quieran o no, eres alguien igual. Para ellos eres una persona que es nadie, y entonces eres alguien, porque te catalogan como "alguien que no es alguien en la vida". Uff, qué enredo, hasta siento que me quedé sin aire. Es como un círculo vicioso, que no es círculo vicioso, pues es una  mentalidad incoherente en una sociedad ilógica, que te etiqueta por todo y al etiquetarte como "idiota", "inteligente", "feo", "bonito", te dice que eres alguien.

Les resumo esta entrada de forma corta y precisa:

Si existes, eres alguien. O sea, para que seas alguien en la vida, debes existir. Y si no existes, entonces, recién ahí, preocúpate.

No hay comentarios: