viernes, 24 de agosto de 2012

Educación prohibida

 El día de ayer, mi liceo no se adhirió al paro convocado, sin embargo, tuvimos algo similar a una jornada reflexiva. En ella tuvimos la oportunidad de ver esta película que me ha llamado fuertemente la atención, porque coincido con muchos puntos que son tocados en esta película/documental. Es por ello que he decido traerles mi opinión personal acerca de este tema tan controvertido y tan "popular" en la actualidad.

Quienes han tenido la oportunidad de hablarme personalmente o leerme en Twitter (incluso en este blog de vez en cuando), sabrán cuál es mi postura frente al movimiento estudiantil chileno. Si no lo saben, han de tener en cuenta que repetí de curso a causa de esto, por elección propia, para hacer algo más de presión al gobierno y por ser consecuente con las palabras que yo misma dije en algún momento: voto que sí al paro y a su respectiva toma.  Nunca he cambiado de opinión y tampoco me he arrepentido. Sin embargo, como dije ya, hoy vengo a hablarles sobre la educación en sí como la muestra la película.

Les comento la película en breves pinceladas: En un colegio, un profesor cualquiera da como tarea hacer una exposición sobre el balance de los años en esa escuela. Ahí es cuando Martín, un alumno, piensa lo suficiente como para percatarse de que en realidad no es buena, que está mal enfocada y que no aprenden lo que deben porque no es lo que quieren, además de no enseñarse de la manera correcta. Que muy poco de lo que se ha tocado es verdaderamente importante.

Al querer expresar esos pensamientos, la directora y los profesores se oponen por verlo como "una falta de respeto" e incluso "subversión". Ahí es cuando comienza una serie de entrevistas documentadas sobre la visión que se tiene de la educación, cómo es en realidad y cuál sería la mejor forma de llevarla a cabo. Las limitaciones que se tienen, el mal enfoque y muchos otros errores que se han cometido desde la aparición de las escuelas públicas, gratis y obligatorias (se nos comenta cómo nacieron y han ido evolucionando).

Les dejo el trailer:


Siguiendo en lo mío, les comento que realmente me pareció una película documental perfecta para ponerse a pensar. Claro está que van a ver distintas reacciones, desde "está perfecta" hasta "tiene tendencias marcadas y no tiene lógica", cosas que escuché de mis profesores mientras los veía comentar tras haber finalizado la función. Por mi parte encontré cosas que pueden llevarse a la práctica y cosas que no. 

De principio, me llamó la atención lo siguiente. Hay algo que siempre he pensado: el aprender no es un mérito. No lo digo porque Bianca es mala en matemáticas y entonces Carolina no tiene mérito por tener nota máxima. No. En sí, el aprendizaje forma parte de nuestro funcionamiento, pero tenemos materias que nos interesa y materias que no, cosas en que somos mejores y otras en que apestamos. Cuando nos obligan a estudiar cosas que, por mucho que digan que sí, no ocuparemos en vida real, ¿cómo podemos esmerarnos?

Sofía es excelente en biología y será médico, ¿por qué la obligan a estudiar historia? Mientras que Bianca quiere ser psicóloga y está hasta la cabeza con ramos como Química. Le roban tiempo y sabiduría. Mientras estudian en esos ramos cosas tan avanzadas que no les servirá, pierden la oportunidad de aplicarse mucho más en lo que les será provechoso. No digo que eliminen matemáticas, vamos, siempre se les necesita, pero han de saber separar a ciertos alumnos de otros para que puedan, según ellos quieran, explorar y especializarse en su propio campo.

Por el mismo camino, nos damos cuenta de que lo que aprendemos en toda la educación básica y media, en realidad no la guardamos para siempre si no nos sirve. ¿Por qué sabemos leer, sumar, multiplicar, dividir y restar? ¿Por qué sabemos escribir? ¿Por qué, incluso, sabemos sacar porcentaje? Y, siguiendo en lo mismo, ¿es que algún trabajador se acuerda muy bien de los sistemas matemáticos avanzados? Todo esto sucede porque, en los primeros casos, siempre los utilizamos, pero no esos sistemas y fórmulas extrañas.

Como ejemplo, les diré que amo la historia y escribir, incluso podría decirse que gusto del idioma inglés. Todo lo que sé en Historia, lo he aprendido sola y leyendo, porque yo lo quiero así. Cuando escribo, sé que no escribo tan mal, ¿y creen que lo aprendí en el colegio? No, lo hice con la práctica de escribir fanfictions y errar en el camino con la ortografía y la redacción. Sobre el inglés, les juro que hasta los 13 años me seguían enseñando cómo preguntar y saber la hora y aún no lo sé, pero sí que aprendí luego traduciendo canciones y de otras formas el cómo poder llevar una conversación decente.


La película nos habla de que la educación es sistemática, ¿y es que alguien puede negarlo? Quienes dirigen la educación desde nuestro mayor ente representativo (que es el gobierno), no son profesores, son personas encargadas de administrar. Les dicen a los profesores "enseña esto, de esta forma y en esta fecha", pero hay muchos profesores que tienen mejores tácticas de las que puede dar un ente administrativo que nada sabe de educar. ¡Vamos! Einstein pudo ser muy inteligente, pero, ¿y si no sabía explicar? No podría ser profesor, claro está.

Opino que la educación ha de ser más personalizada, no en grupos de clase con 45 chicos porque no se podrá captar la atención de todos. Mientras 15 jóvenes intentan tomar atención y aprender, hay treinta que no están dispuestos a silenciarse. Además, hay formas más atractivas para el adolescente de enseñar. Como bien dice el documental, los niños pequeños aprenden de la práctica y el fracaso, por lo que podríamos empezar por ahí para enseñar.

En fin, dinosaurios, podría extenderme en párrafos y párrafos e incluso podría continuar hablando, pero la idea es que vean este increíble aporte y tomen de él sus propias ideas y opiniones. Pueden coincidir en todo, en algunas partes o en nada, pero eso han de saberlo ustedes mismos.

¡Y cómo lo olvidé! Aquí mismo les dejo la película:


1 comentario:

Violet Boudrilliard dijo...

¡Hola, Bianca!
Muy interesante tu nota. Siempre entra en discusión hasta qué punto algunos temas dados en la escuela van a resultar útiles o no (por mi parte, siempre intento hallar su lado positivo), pero lo que creo que también es muy importante, más allá de los planes educativos y todo eso, es la motivación. Últimamente, y pongo como ejemplo a la mayoría de mis compañeros de clase y de escuela, los adolescentes no quieren estudiar. Aún cuando les gusta un tema, no quieren. No les interesa, no creen que les vaya a servir (en sus casos realmente no pueden ver ninguna utilidad en los temas dados, ninguna) y, por último, están los casos en los cuales los chicos creen que no pueden (como una amiga mía). Creen que son tontos, incapaces, que todo los supera. Y sí, ahí volvemos a los métodos de enseñanza, pero sin dejar atrás cuán importante es que éstos estén acompañados de apoyo familiar, o de apoyo simplemente, de alguien que pueda hacerle abrir los ojos al adolescente en cuestión, sin manipular sus pensamientos y creencias (ya que hay muchos que se aprovechan de la mentalidad manipulable de quienes están desarrollando sus identidades). Por eso es un tema que da mucho que hablar. Con gobernantes conscientes, poco a poco se irán incorporando modificaciones beneficiosas para todos. Pero, si somos realistas, cuanto más cultos sean los futuros adultos-ciudadanos, más difícil será controlarlos. Triste pero cierto.
Obviamente, estoy a favor de la educación, de la cultura general, de la motivación. De la libertad de pensamiento, de que no nos moldeen sin que lo notemos.
(Creo que me excedí un poquito con el largo del comentario, pero bueno, creo que necesitaba expresar eso de alguna forma).
¡Saludos!