miércoles, 7 de septiembre de 2011

Máscaras: El bueno, el malo y el... posero


Las máscaras de la vida, son una mezcla de lo que la demás gente ve de nosotros y lo que nosotros queremos mostrar. ¿Usas una o muestras tu verdadero rostro?

Esta entrada la ideé hoy cuando me desperté y recordé la jornada del día  Lunes, día donde en Chile se hizo una colecta nacional para Un Techo Para Chile (una organización que intenta erradicar los campamentos y darles finalmente una casa a las personas que no tienen) y fui parte de ella trabajando toda la mañana como voluntaria, con lluvia y cansancio. No intento que me digan "¡Ay! ¡Qué buena y linda eres por hacer eso!", no, hoy les vengo a comentar un aspecto que va mucho más allá de esa colecta. Va directamente hacia un momento en específico de aquel hermoso día.

Llevaba como cuatro horas parada en un lugar haciendo lo que debía, pedir a la gente un aporte para esta gran causa, para cuando un ex compañero de curso se me acercó. Le miré alzando una ceja porque andaba vestido como metalero. Me causó gracia aquello, pero mucho más lo que vino después. Por cierto, aclaro que no tengo nada contra los metaleros, mi hermana y varios amigos lo son, pero ver a ése en específico como metalero, fue una de las peculiaridades de mi vida. La cosa es que me dijo "¿haciéndotelas de buena?", claro que me reí y le dije "¿donarás?" y su respuesta fue para el colmo: "no, porque yo soy malo".

"No porque yo soy malo", ¡oh por Dios! No le pude responder sólo por el hecho de que se me acercó uno de los organizadores para decirme a qué hora sería el almuerzo y porque luego mi amigo, con el que fui, me obligó a ir a otro sitio porque no nos estaba yendo tan bien como queríamos. Me dejó con todas las palabras en mi boca. Es que quizás él recordaba cuántas discusiones habíamos tenido en horas de clases por todas y cada una de las estupideces que este pseudometalero hablaba. Se los juro, abría la boca y ya decía sólo incoherencias y contradicciones a su misma persona. ¿Cómo no le iba a alegar? Si algo me fastidia, son los que hablan por hablar.

La cosa es que tenía mi respuesta y es ésa las que les vengo a exponer hoy. Le hubiera dicho unas cosas muy simples, para que dejara de ser tan idiota al hablar. Le diría lo siguiente:



Ser bueno no es algo que uno mismo pueda decirse. Una persona buena no va por la vida haciendo cosas para que le digan "¡Qué buena sos!". ¡Cuánta gente buena hemos visto pasar por la tierra! Incluso los chilenos, en estos últimos días, hemos sufrido la pérdida de 21 personas buenas, de personas que estaban trabajando para reconstruir el país luego del terremoto. Todo lo hacían de forma anónima, incluso cuando eran personalidades de televisión, preferían ocultar eso, pues el ayudar a los demás es algo que se hace a personal, no andar diciendo "lo hago porque soy bueno"; ser bueno no es algo para la autosatisfacción.

Sobre ser malo, se puede decir exactamente lo mismo. Hemos visto pasar una infinidad de gente malvada, pero ellos no se andan proclamando "malos", simplemente son personas ambiciosas en búsqueda de poder y reconocimiento, tal vez incluso necesidad (como en el caso de ladrones) o locura momentánea. ¿Se imaginan a Hitler decir "mato a judíos porque soy malo"? ¡Qué estupidez sería! A uno le "nace" lo malo en algún momento de la vida, pero quienes son malos no creen que sean malos, sólo tienen un pensamiento contrario a los demás, un tema de opiniones y creencias. 

Sobre los poseros. Oh, vaya que hay muchos. Levantas una piedra y salen diez. Los poseros son aquellos que fingen ser algo que no son, quizás para entrar en algún grupo de personas o ser agradable para unas cuantas. Por ejemplo, un chico que se hace punk para verse rudo y ser amigo de quienes creen con "geniales", pero que no entienden su ideología (que vendría a ser un estilo de vida, a mí parecer) o verdaderamente le gusta un estilo de música diferente y  le miente a los demás y a sí mismo, que es lo más grave. Alguien que dice "soy bueno" o "soy malo", es posero, porque aquellas formas de ser nacen sin que uno lo busque.


Este chico decía ser metalero desde que lo conocí, pero nunca lo consideré uno. Siempre fue rechazado en mi curso, siempre le molestaban. A mí me desagradaba porque discutía sin fundamentos, porque me buscaba y buscaba para debatir cosas de las que él no comprendía y finalmente guardaba silencio. Sobre su mismo estilo le preguntaba y no sabía, me mentía. ¡A mí! (?) Yo averiguo lo básico en todos los estilos y me mentía sobre lo que sabía. Incluso me alegaba de religión o de política sin saber lo más mínimo de historia, que es fundamental para poder defender una postura sobre estos temas.

Así que, amigos, paremos el hacer cosas sólo esperando parecer algo que no somos. Seamos quien queramos y seamos indiferentes a lo que dicen los demás. La libertad termina donde empiezan los derechos del otro y mientras respetemos a los demás, ¿en serio importa ser bueno o malo si en serio no somos ni chicha ni limoná'? Todos tenemos algo de buenos y algo de malos, no importa cómo nos vea el resto, no hay persona libre de pecado. Basta de fingir sólo para agradar, de esa forma nunca conseguirás verdaderos amigos. 

Basta de tildarnos a nosotros mismos de algo que no somos, paremos de decidir nosotros mismos si somos buenos o malos; dejemos actuar al destino. Un metalero puede ser mejor persona que un romántico, he conocido muchos. Este chico que les comentaba sólo ve y escucha lo que son, pero no los entiende. Él quiere ser metalero por que se considera "una persona mala". ¿Es eso coherente? Vamos, que si fuera malo como dice, no trabajaría a los 17 años para ayudar en su casa y a su hermano menor; trabajaría para él mismo y sería indiferente al sufrimiento de los demás.

Quitémonos las máscaras que no nos quedan y mostremos nuestro verdadero rostro. Dejemos que los demás decidan lo que somos, cuando de nosotros sólo queden los recuerdos; sólo ahí sabremos quiénes fuimos por cómo nos recordarán.

B!

1 comentario:

Popis dijo...

Son nuestras acciones quienes determinan quienes somos... podemos ser "buenas personas" y en determinado momento, ante una situación particular, actuar de forma incorrecta y eso no nos convierte en "malas personas"...
En definitiva, si somos sinceros y actuamos en consonancia con nuestras opiniones, aunque no sean las más populares, seremos "buenos" con nosotros mismos... aunque no por eso debemos olvidar que podemos hacer lo que queramos mientras no lastimemos al resto del mundo.
Este es un tema que da mucho para hablar... muy buena entrada!
Un besoo