sábado, 21 de abril de 2012

A veces podrías callar...


Un nuevo año de clases, uno repetido para mí. Ya saben, conflictos educativos el año pasado en mi país (los cuales por cierto apoyé), hicieron que optara por repetir de curso. Y estando nuevamente en 3° medio es que me dio la necesidad, desde hace días en realidad, de escribir esta entrada sobre algo "particular". No diré nombres, claro, pero hablaré de cierta persona a la cual, algunas veces, quisiera meterle un calcetín por la boca y hasta donde se pueda para que se quede callada un mísero segundo.

Estando sentada el primer día de clases (hace un mes y tres semanas y contando), me percaté de algo. Escuchando hablar a los profesores, noté que mi curso era muy participativo en las clases. Opinaban, respondían... ¡Pero interrumpían! De principio eran varios chicos los que hacían esto, interrumpían cada vez que podían sólo para emitir una opinión absurda, a mi punto de vista. Los repitentes (nueve en mi curso) lo notamos de inmediato y comenzamos a extrañarnos de esa actitud.

Ellos eran menores por un año, ¿es que tan distintos podíamos ser? Pero bueno, al cabo de unos días lograron calmarse un poco y empezaron a responder sólo cuando se les preguntaba directamente o cuando de verdad tenían una respuesta o duda. Sin embargo, una persona no lo hizo, no comprendió que verdaderamente cansaba el escucharla hablar. ¡Era como una Hermione Granger! Claro, pero una que hablaba una tontería tras otra y que lograba sacar risas en quienes sabíamos que erraba.

Levantaba y levanta la mano en cualquier instante, a veces ni siquiera lo hace y emite su pensamiento en voz alta. Claro, eso ya lo saben los profesores y ahora solamente la ignoran. Volviendo a una comparación de Harry Potter, ahora los profesores se comportan -con ella- como si fueran todos unos Severus Snape's. Si han de preguntan, miran hacia cualquier lugar menos hacia esta compañera... ¡Pero igual responde! Ha dicho tanta idiotez junta que nos sorprende... ahora prácticamente a todo el curso.

Chicos que leen, jovencitos ansiosos de destacar ante los profesores, hay momentos para todo. Hay momentos para hablar y para callar. Si no quieres que se rían de ti a tus espaldas (o directamente frente a ti), es mejor que hables sólo si sabes que estás en lo correcto. Por ejemplo, cuando hablábamos del Índice de Desarrollo humano, la profesora dijo que en Angola morían de hambre. Entonces, una voz se alzó entre el alumnado...

"No mueren de hambre, comen todos los días [...] lo vi en un Documental".

¡En Angola! ¡Donde hubo, y aún hay, crisis de hambruna! ¡Por Chuck Norris! En ese momento todos nos reíamos y discutíamos con esta chica, pero seguía tercamente diciendo que lo había visto en un documental. ¿Qué documental podría decir que comían todos los días? ¿Alguno donde se hablaba sobre el sueño de alguna persona? Y no es solamente eso lo extraño, y créanme.

En clases de Lenguaje, hablábamos sobre algún tema del que ya no tengo memoria. La profesora hacía una explicación y Simona (pongámosle ese nombre porque escucho 1973 de James Blunt [xD]), de improviso, habló alto (pero no iba hacia la profesora) y dijo "ahh entonces es así...". Dirán, "sólo pensó en voz alta", pero entonces pasó que alzó aún más la voz hacia la profesora.

"Profesora... Profesora... Había pensado que era de una forma, pero estaba equivocada"

Y sin más, volvió a su cuaderno. La profesora la quedó mirando como si se preguntara si acaso aquello había sido una pregunta o simplemente una acotación al tema que hablábamos, pero no era ni lo uno ni lo otro, simplemente fue... nada.  Y todos quedamos como... como Poker face.

Es que en serio, hay algo en Simona (sí, recuerden que le puse así) que me llama la atención. Les juro que si logro estudiar psicología, pensaría continuamente en hacer mi Tésis sobre ella. Tal vez tiene algo que los demás no tenemos, tal  vez tenga Trastorno histriónico de la personalidad -les juro que lo pienso continuamente-, o algo similar, y si es así tengo éste y el próximo año para averiguarlo.

Muchos lo saben, si hay algo que me gusta explorar en las personas es su personalidad. ¡Y ella es una cosa extraña que me llama demasiado la atención!, y no sólo a mí. Como les he dicho, somos muchos los que ya no la soportamos, claro que no vamos por la vida molestándola porque obviamente tiene sentimientos. Pero también le han recomendado que no siga siendo así, hasta una profesora de Historia le dijo "sé que quieres participar en las clases, se nota, pero a veces debes decir otras cosas".

Eso fue una forma linda de decir que no hable estupideces. ¿A poco no? En fin, no sé a qué viene esta entrada, tal vez hay una moraleja: "A veces debes guardar silencio para no hacer el ridículo". Niños, dinosaurios, perros, zorros, gatos y quien lea esto, tomen nota y no lo repitan.

Así que, chicos...




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